Será por la síntesis de sus palabras, será por el hecho de poder releerlas una y otra vez hasta comprender su significado, o porque puedo apretar "delete" si lo creo necesario, sin efectos colaterales tangibles.
Será porque, a veces, su presencia opaca el mensaje, lo distrae con gestos ambiguos, contradiciéndolo, confundiendo la percepción del que escucha.
Será porque ciertas palabras hieren más dichas a la cara, mientras que por escrito pueden ser congeladas, diseccionadas, abstraídas hasta quitarles todo rastro de mala intención.
Será también porque hay personas que por escrito irradian una belleza y sensibilidad, de las que carecen en persona, como si el no exponerse a la mirada del otro los hiciera más libres.
Será por todo esto, y quizás por muchas otras razones que ahora no recuerdo, que a esas mismas personas a las que prefiero por escrito, las prefiero también -inevitablemente- lejos.
(miércoles 7 de septiembre 2011)
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